Es empresaria, al frente de la compañía Rojo Carmín; es una actriz con una amplia trayectoria profesional encima de las tablas del teatro y una cara conocida gracias a sus intervenciones en la pequeña pantalla como presentadora. Además, ahora tiene un grupo de música y es profesora de canto para actores. A su juicio, la de las Artes Escénicas es una “profesión de kamicaces, es una pasión, porque de otra forma no lo harías”.
Paz de Alarcón ha comenzado a trabajar con la empresa de gestión de artistas Tabacasol. Es consciente de que la profesión está exigiendo “que se sepa de todo, de números, de financiación, de impuestos… todos elementos ajenos al proceso de creación, hay una necesidad de empresas especializadas que nos aporten conocimiento, ya hay cientos de compañías de espectáculos que han desaparecido”, asegura.
Recuerda que incluso en el SAE a la hora de facilitar información, sólo hay una persona experta en el régimen de artistas, Pepi, que “es la única que nos entiende, no sé qué vamos a hacer en la profesión cuando se jubile”.
En cuanto a la razón que le llevó a hacerse empresaria, se debió a una suma de factores, el más importante y definitivo por la precariedad existente en el propio sector, que “nos ha puesto en una tesitura en la que un actor que sólo ejerce de actor es un muerto de hambre. Todos tienen que tener otra actividad, montar negocios o comprar pisos, porque cuando trabajas no sabes cuándo te van a pagar y las facturas llegan todos los meses”.
En su caso, decidió abrir su propio sello, Rojo Carmín, se está formando en producción teatral y, además, trabaja con Viento Sur Teatro en la formación de actores impartiendo clases de canto. “Estudié comedia musical y creo que los actores deben desarrollar distintas facetas, porque si no estamos demasiado limitados, saber hacer cosas diversas amplía las posibilidades de trabajar”, asegura.
Otro elemento influyó a la hora de lanzarse a constituir su propia compañía está ligado a una necesidad vital, la libertad que ofrece el poder impulsar aquellos proyectos en los que se cree. “Tenía la necesidad de hablar de aquello que me importaba”, asegura, algo que la llevó también a escribir sus propios textos. “No he estudiado para ello pero siempre he escrito y he ido aprendiendo haciendo”, afirma.
Para cada proyecto se rodea de otros artistas que la complementan a la hora de poner en escena sus obras, en especial en lo que se refiere a la dirección teatral, para la que ha recurrido en más de una ocasión a Estrella Távora, o con la música de Alejandro Cruz-Benavides, con quien tiene la banda NoSoloJazz de la que Paz de Alarcón es la vocalista; además de aspectos como el vestuario o la iluminación.
En la actualidad, los proyectos que acomete son limitados en número de personas, fundamentalmente monólogos o con un máximo de cuatro actores, a lo que hay que sumar los técnicos. A su juicio, la crisis y la subida del IVA cultural del 8 al 21% ha eliminado los grandes elencos, que son “inviables” sin una subvención que los respalde.
“Las cuentas no salen si no”, asegura, explicando que “por ejemplo, en el caso de una orquesta de cámara con 40 personas, si analizamos el precio al que se ponen las entradas en taquilla y los sueldos que hay que pagar las cuentas salen negativas… no salen ni si quiera con 15 ni con 10 personas encima del escenario. Esta profesión no da dinero a no ser que se haga con un apoyo público”, asegura.
En escena
“A veces somos inconscientes y nos metemos en proyectos sin pensar, porque nos apasiona, porque de otra forma no los haríamos”. Como empresaria, Paz de Alarcón analiza cada proyecto y en la actualidad, además de continuar formándose en aspectos de producción teatral, tiene tres obras en activo que mueve en los distintos circuitos teatrales:
- ‘Las mujeres que hay en mí’, un divertido monólogo en clave de cabaret en la que la actriz aborda los distintos roles y facetas que conviven dentro de una mujer, desde la superprofesional a la madre, de la amante a la amiga. Este es un guión escrito por la propia Paz de Alarcón y fue su primera producción en solitario. Una propuesta divertida donde la actriz también demuestra sus dotes como cantante con ocho canciones que definen a las ocho facetas femeninas que se viven cada día.
- ‘Desnudando a Marilyn’ en la que recrea las últimas horas de vida de la mítica actriz Marilyn Monroe bajo la dirección de Estrella Távora. Esta obra descubre a Norma Jean en al intimidad de su casa y muestra sus carencias afectivas, sus miedos y los anhelos de este icono. El texto es del autor cubano Luis Oreste Grau, quien descubrió a la actriz durante la representación de ‘Las mujeres que hay en mí’ en Cuba y le propuso encarnar el texto que había escrito para una actriz cubana fallecida y que nunca había visto la luz. Una interesante propuesta en la que además se repasan las principales canciones de las películas de Marylin.
- ‘Paz y sus zapatos’, que se podría definir como la segunda parte de ‘Las mujeres que hay en mí’, de nuevo un monólogo con tintes cabareteros y donde aborda la relación entre la actitud que tiene una persona y el calzado que utiliza ese día y cómo puede cambiarte el humor al subirte a unos zapatos. Zapatillas de estar por casa, deportivas, tacones… una visión divertida de la mujer mirada desde el exterior y de cómo una cuestión tan superficial como el calzado lleva a la risa y a reflexionar sobre el ser humano.
Además, participa en el montaje ‘Lágrimas de Bernarda’ producido por la propia Paz Alarcón, la compañía Choni Cía Flamenca y la diseñadora de moda flamenca Rosalía Zaíno, una nueva visión sobre la obra ‘La casa de Bernarda Alba’ en la que se mezclan cabaret y flamenco para ahondar en las razones por la que este personaje llegó a ser tan taciturno y a tomar decisiones como encerrar a sus hijas en vida en una casa.
Paz de Alarcón se formó musicalmente en Barcelona, trabajó en Madrid en varias obras y posteriormente regresó a Sevilla, ciudad donde emprende su carrera televisiva, primero en el canal Localia TV, y después en la cadena autonómica Canal Sur. Como actriz ha recibido dos Premios a la Mejor Actriz Escenarios de Sevilla en 2011 y 2015.
¡Feliz Miércoles a todos!